martes, 8 de abril de 2008

Papá Noel carioca

En noviembre de 2006 estuve en Río de Janeiro. Estaba finalizando el penúltimo mes del año y el calor en Río se hacía sentir. Una de las excursiones que hice fue al Corcovado, situado en el Parque Nacional da Tijuca, cerro de 710 metros de altura desde el cual se obtiene una vista panorámica de Río y se pueden sacar unas fotos fantásticas.
En la cumbre del cerro se encuentra la estatua del Cristo Redentor, uno de los íconos cariocas, de 30 metros de altura, sobre una base de ocho metros.
Una de las formas de llegar a la cima del Corcovado es con el tren a cremallera, una linda experiencia. El tren va subiendo lentamente por el medio de una vegetación exuberante, mientras grupos de músicos además de tocar, invitan a los turistas a “sambar”. Los morochos lo hacen a propósito: eligen a los turistas con más pinta de “gringos” para que imiten esos pasos tan típicos y difíciles del samba brasileño. Se imaginan el resultado, ¿no?
Obviamente, después pasan la gorra. Y sino, de qué viven los músicos populares callejeros, allá y acá.
Pero lo más anecdótico de ese paseo al Corcovado fue descubrir, al llegar a la estación terminal de la cumbre, a un Papá Noel negro que, junto a un grupo de chicos y chicas de una banda escolar, también tocaban y cantaban temas de la música popular brasileña.
Como ocurre siempre donde hay más de tres brasileños, se armó la fiesta con los turistas que llegaban y algunos que esperaban turno para subir al tren y regresar a la base.
Era un deleite ver cómo tocaban, cantaban y “sambaban” esos chicos. Y no les cuento lo que era el Papá Noel “poseído” por la música y el ritmo. Para alquilar balcones (o vagones, en este caso).
Ahora, volviendo al principio y a la temperatura de esa época en Río, imaginen el calorononón que debe haber tenido ese carioca enfundado en “uniforme” de Papá Noel, con botas y barba blanca postiza y de lana. Pero él estaba muy feliz con su papel y con la música, como siempre están los brasileños. Como en el fútbol, ¿no?

3 comentarios:

Rossana Vanadía dijo...

Vasco, yo le hubiera puesto una zunga roja y listo. Me estoy imaginando danzando país tropical y abrazado a una caipiriña. Má que fulbo.

Vasco Erramouspe dijo...

Sabés qué pasa Ro?... es la famosa transculturización que nos pega fuerte. ¿Vos te imaginás un Papá Noel (o Santa Claus) con zunga roja en Oslo?... no, yo tampoco.

Raúl Grosso MI (ICCF) dijo...

Que pasa que este bolg está más muerto que Rivadavía (por no decir Belgrano)!!!